Poemas Sustanciales
Felicidad en el amor
Hay pleitos cuando se deja de mirar
El lado bueno de las cosas, sin dudar.
Me he dado cuenta de pensamientos azarosos,
Reseñas de momentos en los que nos sentimos valiosos.
Queremos ser tocados cuando hacemos algo bien,
Ser aplaudidos y mimados en ese vaivén.
Pero al otro lado, se escucha un vacío impreciso,
Nos detenemos y nos preguntamos qué fue lo omiso.
Como si arreglara nuestros sueños más ocultos,
Somos amados en felicidad, en amor compartidos.
Siempre hay un atardecer bonito, calmo y esparcido,
Donde la felicidad y el amor se entrelazan sin aviso.
Pasión en medio de la querella
Si me enojé contigo,
fue un volcán en erupción,
mis palabras ardientes,
una tormenta de furia en explosión.
Bajo mi fachada de calma,
un reloj marcaba el tiempo,
señalando el momento de alejarme,
dejar atrás el daño y el desencuentro.
Somos dos extraños en este paisaje,
si tuviera que besarte,
sería un dulce perdón que se entrega,
en medio del abismo donde el amor se desvanece.
Fueron palabras suaves las que se unieron,
a estas sonrisas distorsionadas y crueles,
ya no sé si debo decir "espera",
cuando te alejas hacia un destino que ninguno de los dos anhela.
Despedirse se convierte en un lamento,
una disculpa compartida,
pues ambos estamos enamorados,
de la incertidumbre y el cambio en nuestra vida.
Amigos o amantes, nos atrevemos,
a abrazar la inconstancia y la incógnita,
en este deseo de verte bien,
sin cuestionarnos, sin prisa ni prudencia.
El encuentro de las almas libres
Uniendo el día en una sola pieza
Sin ataduras, con pocas horas
Sin depender de los minutos
Cayendo suavemente sobre la tierra
Caminando, dejando que el tiempo se agote
Independientes, como almas nobles.
Cuida la manecilla, que no se rompa
Al llegar la madrugada
Evitemos que nos corten las caras
Sin revelar nuestras identidades
Independientes, como sinceridad pura.
Millones de estrellas se posarán
Yo en esa esquina te esperaré
Cantando en los oídos más ancianos
Alguien con un acento dulce
Se mirarán al espejo diciendo
Independientes, como evidencia clara.
Sus cabellos, dorados como caramelo,
Se adhieren a sus dedos
Y se vuelven postre en sus manos
La paloma ya no sabe hacia dónde volar
El tiempo se retrasará
Con su perpetua lentitud
Morir a la luz de la luna sería
Independencia y libertad.
El mosaico de la incomprensión
Estoy ansiosa y desconcertada,
No sé qué busco en los rostros,
De personas amables y cálidas,
Solo un poco de comprensión,
Para los amaneceres de partida,
Y los atardeceres de retorno.
Con ternura, ella atesoraba,
Con pasión, su felicidad,
Que se revela con un beso,
De labios esculpidos en yeso.
Se mantiene erguida y altiva,
En busca de más heridas,
Sabe que no las encuentra,
Sin embargo, se sientan,
A su lado,
Duelen y advierten,
Se sienten con desesperación,
La comprensión,
De los escasos soles,
Como el único anhelo de lo que buscaba.
Bajo el manto de la superficialidad
Sé fortuito con mi destino
Un hombre desconfía
De su propia caballerosidad
Se peina con alegría
Y busca un amorío
De cuerpo ligero
Con guantes de seda
Alquila un traje
Sin arrepentimientos vanos
Por su escaso salario
Un regalo deseo: mostacillas de colores
Si conoces mi paradero
Compasión y afecto.
Instantáneas del deseo
Que se despliegue la cama
Que nuestra unión se haga presente
Que la luz se desvanezca
Y estemos al borde de cada imagen
Que lo nuestro sean lienzos, es decir
Pinturas rebeldes
Que se entremezclen,
Con polvo en las paredes
Salsa en los cuerpos, caricias
Y deleites, de lo más exquisito
En sabor a noche carnal
Y aún con fotografías instantáneas.
Sombras y susurros
Si llega la mujer desnuda
La primavera tardará
Serán la sombra y el recelo
Quienes la harán temblar.
En una noche fría
Miles de susurros se recrean
En el abrazo de sus caderas.
Septiembre volverá si ella lo ordena
No como aquel día
No como aquella idea
De una elección eterna, obstinada
Ella abrazó el dilema.
Agonía del estómago: Un grito silente
Mi estómago afligido me atormenta
Siento tijeras punzantes en mi pecho
Me recuesto en el suelo
Mi cuerpo se agita inquieto
Mi estómago clama por ayuda
Con el corazón como aliado
Me hacen sentir tan mal
Ya no veo el cielo, solo lo recuerdo
Estoy tendida sobre él
Sin embargo, se abre
Aquella puerta
De manija peculiar
Como soldados marchan hacia mí esas personas
Me empujan, me jalan y
Ya no saben cómo aliviarme
Con voces excitadas emiten órdenes
Para explorar
Mis padecimientos
Pobre de mí
Pobre de los cómplices
Que yacen tan adentro.
El abrazo de la amistad
Anhelo una mujer que duerma plácidamente
Que no sea perturbada por pesadillas
Con una voz dulce como la miel
Amable en su melodía
Empática
Comprensiva de mis palabras
Que comparta una sonrisa sin esfuerzo
Que lo haga con ternura
Serena en sus quehaceres.
Busco una mujer con sabiduría y sinceridad
Diversidad: una amiga.
Estrella inmortal
Mujer; belleza congelada
Todo y nada te mereces
Compartes tu fertilidad
En pequeñas ramas, tu fruto florece
Tus cabellos rebeldes acaricio con mi mano
En tus manzanas, encuentro deleite.
Con sangría, el bebedor brinda de día
Resplandece aquel cuyo valor estigmatiza
El sabor de la pasión
Anhelo descender al baile
En el vuelo, muero al caer la noche
Suelen cantarle a la hermosa
Y si no, llamarle Estrella.
La vitalidad de los estático
Cuadros pequeños de raíz plana
Puertas selladas con goma
Piedras largas en reposo
Pulsan la naturaleza en porcelana
Buscan un fin compartido
Ser amistades de los vivos.
Traen enseñanzas liberadoras
Convirtiéndose en semillas de esperanza
Para los compromisos vacuos
Pues van más allá de un simple acto
Fértiles al tacto.
En vigilia la virginidad
Beatificar la santa palabra
Ruptura
Movimiento al compás
Cimiento de paz
Joven inexperto en traje
Con una vela nocturna encendida
Solo se reprocha,
Sin su aliento fresco
No se atreve a decir algo concreto
Las manos se distancian, rencor
En lugar de unirse por amor
Tristeza sombría en vigilia
Sintamos el poder de la Biblia
Recorrer las zonas frías
Que dejaron los cuerpos de ayer
En algún lugar de frondosidad pauperizada
Desatando su ofrenda
La pura virginidad.
El conocimiento del nombre
El nombre todo lo sabe
Llama al único beso
Amor silencioso que aún cabe
Un cantor sale ileso.
Disimulo la energía
De una admiración pura
Perdiendo la alegría
En la más triste cura.
Capa de confesión
Del turbio fulgor de tu nombre
Escasa medicación
Guardada en un pequeño cofre.
Disipo la amargura
La ceguera impía
De la gran armadura
Con la que se veía y afligía.
El beso en la memoria
Recordando un beso
Sacrificio de tardes en papel
Miradas estrechas,
Comunicación a distancia,
Y al día con sueño,
Aparece el dueño
De las noches confusas
Con ganas de sentir,
De mentir la palabra "morir"
Por deseo.
El plebeyo se siente satisfecho
Del gran ápice concluido.
El corazón cristal
Se ha formado un tumor
Como colina en el pecho,
De oscura profundidad.
En cada rincón del lecho
Se refleja su presencia,
Palpita con fuerza
El corazón frágil del enfermo,
Se romperá, invadiendo el amor certero
Hacia la humanidad.
Un espacio de reflexión sana,
Paz y hermandad.
El escultor de los deseos
Delegada esbeltez hacia el cielo,
La belleza se paraliza,
Con cuerpo de golosina tan dulce,
La condesa se apresura.
Vamos en busca de la mina
Escondida en la neblina,
Del corazón que deslumbra,
Encontraremos un escultor
Que al final nos ayude
A unir ambos cuerpos anhelados,
En fina unión de amigos,
Un compás en el borde del delirio,
Símbolo de amor.
La conexión entre palabras y emociones
Hay letras que son verdad
Alimentadas con soledad
Otras, delgadas de maldad
Yo prefiero las que están en medio
Sin cicatrices marcadas
Ni flacidez desbordante
Porque hay letras que en verdad
Causan malestar
Y una vez digeridas
Se identifican.
Cautela y Emoción
Madera auténtica,
Te emocionas con todo,
Al escuchar las voces extrañas,
Ten cautela al sentirte como invitada,
Coqueteando con el hacha más acusadora,
Que con sus manos introduce
Y te corta las entrañas.
Cuidado con la caída,
A tu espalda tienes un compañero
Que se despide con carcajadas.
Si no pisas tierra,
Es porque ya te han descartado,
Qué pena por tu pérdida de esperanza,
Pues la sombra que te arrastra llega tarde.
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