Juan Carlos Oyuela

VANIDAD

Este poema de Miguel D’ors me pareció fantástico. Describe bastante bien el camino recorrido por el vanidoso. Este vicio, difícil de descubrir, se reviste incluso de nuestras mejores cualidades haciéndonos creer que se deben a nosotros mismos.


Joven,

yo era un vanidoso inaguantable.

"Esto va mal" me dijo un día el espejo.

"Tienes que corregirte".

Al cabo de unas semanas era menos vanidoso.

Unos meses después ya no era vanidoso.

Al año siguiente era un hombre modesto.

Muy modesto.

Modestísimo.

Uno de los hombres más modestos que he conocido. Más modesto que cualquiera de ustedes.

O sea

Un vanidoso inaguantable

viejo.


No es extraño que el vanidoso, cuando no encuentra cualidades propias, rebaje las ajenas para encumbrarse. Usa a los otros como peldaños para colocarse en un pedestal desde donde pueda ser admirado. "Restar importancia a los logros, la reputación o las habilidades de otros es una de las formas más insidiosas que adoptan el orgullo y la vanidad en el carácter de los hombres. Este defecto suele ir unido a una pretendida humildad." (El Poder Oculto De La Amabilidad)

Como nadie gusta de ser usado por otros, más pronto que tarde el vanidoso recibe como pago el desprecio ajeno. "En realidad este tipo de personas son rechazadas pero la vanidad suele impedirles captar el ridículo y el desprecio que provocan." (Paso-Haciendo-El-Bien-Palabra-Francisco-Fernandez-Carvajal).

"Por el contrario, trabajar por motivos egoístas, como el afán de autoafirmación, de lucirse o de realizar por encima de todo los propios proyectos y gustos, o la ambición de prestigio por vanidad, o de poder o de dinero como meta suprema, impide radicalmente santificar el trabajo, porque equivale a ofrecerlo al ídolo del amor propio." (opusdei.org, Un Motivo Sobrenatural)

"Procura descubrir cómo la vanidad menoscaba lo que hay de bueno en ti; cómo tiende a hacerte falso, infeliz y ridículo a ojos de los demás, y a arruinar tu carácter. Los inmensos favores y regalos que has recibido de Dios son inmerecidos. Tú, por ti solo, ni eres ni tienes nada excepto el pecado. Librado a tu suerte, no serías más que esclavo de tus pasiones. En realidad, lo que tienes de bueno se lo debes a la acción de la gracia en tu alma. Por eso, lo natural en ti deberían ser la humildad y la gratitud." (El Poder Oculto De La Amabilidad)

"No es infrecuente que cuando nos preocupamos demasiado por quedar bien acabemos haciendo el ridículo de modo notable, o tomando opciones claramente poco ventajosas. Es interesante aprender a detectar cuándo nos pasa. Porque suelen ser errores tristes, pero más triste aún es caer en ellos y ni siquiera advertirlo. Las personas tendemos a pensar que nuestras motivaciones apenas son visibles ante los ojos de los demás, pero en realidad no suele ser así. Nuestros objetivos y nuestras intenciones son más transparentes de lo que pensamos, por lo que la mejor (o quizá la única) solución es rectificar nuestros intereses y hacer un esfuerzo para no dejarse manejar demasiado por nuestra vanidad." (interrogantes.net)

La vanidad depende en gran medida de la disciplina, o la carencia de ella. Otros pueden tratar de adularnos, pero de nosotros depende limitar las lisonjas.

«la zorra y el cuervo»

Esopo

Un cuervo negro como el carbón robó un trozo de carne. Voló hacia un árbol con la carne en el pico. Una zorra lo vio y quiso obtener la carne, así que miró hacia el árbol y dijo: —¡Qué hermoso eres, amigo mío! ¡Tienes plumas más bellas que una paloma! »¿Es tu voz tan dulce como tu forma? En ese caso, eres el rey de los pájaros. El cuervo quedó tan contento con estas lisonjas que abrió la boca para demostrar que sabía cantar. El trozo de carne se le cayó. La zorra se adueñó de la carne y huyó a la carrera." (El Libro De Las Virtudes Bennett)


365 días con historias sobre virtudes. Biografías, libros, películas y muchos recursos con ejemplos para imitar.


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